A Quiet Place: Day One - Michael Sarnoski (2024)

UN LUGAR EN SILENCIO: DÍA UNO es una buena cinta que puedes ver en Claro Video (Paramount).  A Quiet Place (2018) y A Quiet Place Part II (2020), son antecedentes del mismo universo pero lo único que se toma de ellas es el tipo de extraterrestres que invaden la Tierra. Esta cinta no guarda relación con la familia Abbott y su granja. Los protagonistas de esta entrega son Sam (Lupita Nyong'o) una chica enferma de cáncer que utiliza parches de fentanilo para calmar su dolor; y su gato Frodo. La cinta me parece un milagro bien balanceado porque, a pesar de que no tener una sola sorpresa (sabes que hay una invasión extraterrestre, que el ruido puede provocar tu muerte y que la caída del agua hace ruido suficiente para ocultar la voz humana), el carisma de Lupita es basta para sostener la historia. Y menciono su carisma, porque su personaje es odioso. Sam está muy cerca de la muerte, hace unos berrinches tontísimos y toma decisiones cuestionables que subrayan sus ganas de morir. Supongo que está viviendo el duelo por su propia muerte y su rostro está estacionado en una amargura repelente de ojos saltones. No obstante, Lupita logra que el guión funcione.

Al inicio Alex Wolff acompaña a Lupita, interpretando a un cuidador, casi santo, llamado Reuben; y después, aparece el simpático Joseph Quinn, como Eric, un inglés que viajó NY para estudiar derecho y pasa toda la cinta conmocionado sin poder utilizar la razón.

El gato Frodo y Sam son el ejemplo de que todo se parece a su dueño. Nunca he visto un gato con correa, pero este bicho es listo y cabrón. Listo porque nunca se pone a maullar y cabrón porque se da unos paseos que ponen en riesgo a los humanos que lo cuidan. El maldito gato roba cámara, pero se convierte en guía de Sam al tiempo que Sam se hace la guía de Eric.

La fuerza aerea de los Estado Unidos de América parece interesada en que la gente no pueda escapar de Manhattan y vuela por encima de los ríos de gente indicándoles por altavoces a qué puerto dirigirse. Es como si supieran que si hacen mucho ruido tendrán menos trabajo.

Esta película tiene un error obvio en el vestuario. Es imposible que la ropa de Eric y Sam se seque tan rápido y que sus zapatos rechacen el agua. Es medio bobo que no busquen ropa seca ni una maldita toalla. Estos podrían nadar en aguas negras heladas y salir a dormir sin cambiarse de ropa sin pescar una infección o un resfriado. Me gana la pinche envidia.

La cinta parece de acción, pero bajo la envoltura hay una historia de dos personas que se conocen y aprenden a cuidarse y convivir. Esto es una historia de amor interracial bien disfrazada.  Llámale amor o solidaridad o como quieras, pero lo importante es mostrar que las cosas simples de la vida (una pizza, un poema, una mascota, la música o un amigo) son razón suficiente para hacernos vivir. (Ab.)

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