Juror #2 - Clint Eastwood (2024)


JURADO No. 2 está en MAX. Es un drama de juzgado que se basa en el guión de 12 Angry Man (1957) pero le agrega un elemento que lo cambia todo. La cinta sigue el juicio de James (Gabriel Basso), un ex pandillero, por el muerte de su novia Kendall (Francesca Fisher) ocurrida hace un año en una noche lluviosa. La fiscal Faith (Toni Collette) está convencida de que James es culpable, mientras que el abogado defensor Eric (Chris Messina) confía en la inocencia del acusado. Al arrancar la cinta vemos que los abogados eligen a los jurados. Uno de ellos es Justin (Nicholas Hoult), alcohólico que se ha mantenido sobrio los últimos 4 años, casado con Allyson (Zoey Deutch) que en ese momento debe tener ocho meses de embarazo. Aunque Justin intenta excusarse para cuidar a su esposa, la juez le asegura que su labor como jurado le tomará el mismo tiempo que su empleo y que estará en casa todas las noches. Comienza el juicio y al ser presentadas las circunstancias de la muerte, Justin recuerda que hace un año, en una noche lluviosa, creyó golpear a un ciervo en la carretera.  
Entiendo que las películas son ficción pero me pregunto si la explicación a los jurados sobre su labor es lo suficientemente clara. En las cintas sobre juicios, los jurados nunca toman su decisión pensando que la fiscalía probó más allá de toda duda que el acusado cometió el delito. Y los abogados son retratados como expertos en reavivar prejuicios.

En este caso, con base en lo que se presenta en pantalla, es ilógico que los jurados puedan condenar a James por el asesinato de Kendall. Todo el caso se sostiene en el frágil testimonio de un hombre que dice haber identificado a James desde su casa en una noche lluviosa. 

Me parece muy difícil escribir más sobre esta cinta sin hacer revelaciones así que SPOILER ALERT. 

Sabe más el diablo por viejo que por diablo, dice el dicho. Y aunque la película parece querer convencer de que Justin es el verdadero culpable de la muerte de Kendall, estoy seguro de que no es así. Entre las evidencias que se presentan aparece una foto de las piernas de Kendall con zapatos de tacón.

Si Justin hubiera golpeado a Kendall con la SUV y ella hubiera caído al río, sería imposible que hubieran encontrado el cadáver con los zapatos puestos. Cualquiera que haya visto a alguien perder la vida al ser golpeado por un auto sabe que los zapatos de la víctima abandonan el cuerpo. Es absurdo que un experimentado policía no lo sepa.

Así que Justin puede estar convencido de ser el asesino y actuar como un tonto, pero Kendall no murió a causa de un contacto con un automóvil. Además es obvio que el daño de la SUV no corresponde al de haber golpeado a un humano. La cinta entretiene y vuelve a hacernos notar que la justicia humana es tan defectuosa que, a pesar de sus buenas intenciones, no puede llamarse Justicia. (Ab.)

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