Carol - Todd Haynes (2015)

 Durante años escuche que CAROL era una gran cinta. Y no le falta razón a quién subraye el vestuario, las actuaciones y la producción, pero la historia simplemente no está a la altura del resto. Carol es una mujer con dinero, aunque casada con un tipo de buena familia y buen ingreso, está en proceso de separación. La razón de su ruptura es que ya no está a gusto con su vida. A ella le gustan las mujeres, antes de casarse tuvo una novia, Abby, que sigue siendo muy buena amiga. Un día cercano a Navidad, Carol vistiendo un abrigo de piel, visita una tienda departamental y descubre a Therese Belivet, una joven pobre, vendedora de juguetes, que le llama la atención. El interés parece recíproco. Therese aficionada a la fotografía, sale con un enamorado y es frecuentada por un trabajador de un diario, pero no está segura de estar lista para una relación. El encuentro entre ellas, aunque aparentemente espontáneo, es ejecutado cuidadosamente por Carol, Therese termina enganchada. El ligue avanza lentamente, pero Harge, el esposo de Carol, lo detecta en cuanto mira a Therese. Lo más curioso del ligue es que Therese parece estar un impaciente porque Carol termine el ritual de seducción. El noviazgo es interrumpido de golpe cuando Harge se lleva a la niña y demanda la custodia absoluta. 

Ese drama de la persona homosexual siendo declarada incompetente para cuidar de su hijo me parece aburrido. Tener hijos no es una obligación y deberían hacerlo sólo las parejas verdaderamente conscientes de lo que implica. Además, una persona homosexual, hombre o mujer, no debería contraer matrimonio con una heterosexual si no hay un acuerdo explícito sobre lo que buscan las partes. Aunque tener hijos bajo contrato no parece buena idea.

Pero digamos que ya sucedió. Debes tener basura en la cabeza para utilizar a los hijos como palanca. Si entre heterosexuales es un delito; entre gente de preferencia sexual incompatible es una imbecilidad. Es idiota desear vivir con esa persona que te mintió.

Este filme, más que hacer algo por la libertad sexual de las mujeres, exhibe lo añejo de la debilidad mental. Resulta ofensivo que Carol, para cumplir con las reglas sociales de la época, tenga conductas que van en contra de sus convicciones. Igualmente ofensivo resulta que Harge utilice a su hija como medio de chantaje para recuperar a una mujer que no lo ama.

A pesar de la historia boba, la cinta no aburre. Si eres lo suficientemente morboso podrás ver una elegante escena de cama entre Cate Blanchett y Rooney Mara. Algo me hace sospechar que quizá esa escena es lo que ha atrapado a tantos críticos. Pero para mí fue una decepción. (Ab.)

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