Greenland - Ric Roman Waugh (2020)
EL DÍA DEL FIN DEL MUNDO es un churrazo inconsistente. Para que no pierdas tu tiempo, te la contaré. Un ingeniero vuelve a casa en Atlanta con su esposa e hijo. Se entiende que están separados porque él le puso los cuernos a la mujer y, evidentemente, lo cacharon. Habrá fiesta en casa por el cumpleaños del niño y la mujer necesita horas para arreglarse. Envían al infiel por refrescos a la Walmars con todo y niño diabético que usa bomba de insulina. Mientras hace las compras y su mujer se ducha, les envían el aviso de que se sacaron la lotería de la salvación y tienen un lugar en un avión de evacuación. Un cometa llamado Clarke cruza el espacio con dirección a la Tierra y lo acompañan incesantes lluvias de fragmentos. El tamaño de la roca que viene es planet killer. ¿Ya habían escuchado esa expresión? De ese tamaño pediré de hoy en adelante mis hamburguesas. El caso es que la mujer no vio el aviso y ya están todos los vecinos comiendo nachos frente al televisor.
Mientras los invitados miran las noticias, llega un segundo aviso para el dueño de la casa, diciendo que deber ir a un aeropuerto. Los vecinos se enchilan por no recibir el privilegio presidencial y mientras se enojan y reclaman, una mujer pide que se lleven a su hija. ¿Dónde está Bruce Willis cuando se le necesita? ¿Recuerdan Armageddon (1998)?
Aquí nadie va a partir en dos el cometa. Tampoco hay base en la Luna ni en Marte, ni lanzan bombas contra el Clarke. Todo el mundo busca refugio. Los búnkeres están en Groenlandia. La pequeña familia logra huir de sus vecinos, llega a la base aérea y entra, pero olvidan la insulina del escuincle en el coche. El papá regresa al auto y se separan. Total que ni se suben al avión y el avión explota por culpa de Gerard Butler. Yo suponía que él era el héroe de la cinta, pero no.
Al chamaco lo tachan de la lista por diabético. Cualesquiera padres inteligentes decidirían abandonarlo pero éstos tiene corazón de pollo. La mujer decide ir a casa de su padre y le deja recado en el coche al esposo. En el camino le roban al niño. Pero lo encuentra y lo recupera y hasta medicina le regalan. El inge se entera que el asunto es viajar a Groenlandia. Va en busca de su esposa en una troca, pero se arma el pleito y chocan y pelea a mano limpia con otros. Las desgracias de ambos se deben a la tontería de traer puesta una pulsera que los acredita como merecedores del refugio oficial. Gerardito camina mucho, se mete a una casa, duerme, desayuna y se roba un coche. Logra llegar a casa del suegro que esta jugando póker con sus cuates. El viejo lo mira con cara de te mataría pero ya para qué si te vas a morir de todos modos.
La mujer logra subir a un autobús con todo y mocoso y viajan a casa del abuelo. Después llaman por teléfono al abuelo y los hombres se lanzan a recogerlos. Las incongruencias son tantas que hasta flojera da. Ya han caído pedazos de cometa sobre la Tierra y algunos son tan grandes que tienen el efecto de una bomba nuclear. No importa, hay teléfonos, luz y agua potable. Además hay zonas muy calmadas. El mundo sigue imperturbable. El director debe ser terraplanista ya que sin importar la hora ni el hemisferio, siguen cayendo fragmentos. Lo mismo caen pedazos en Colombia que en Groenlandia, pero el planet killer caerá en el Vaticano. Supongo que el cometa es musulmán.
Si odiaste esta reseña tanto como yo la película, compártela con tu peor enemigo.
Ahhh tengo que ver este churro, jajajajaja me recuerda a esa película de 2012 donde por más que se caiga el Himalaya el Bentley sobrevive... Jajaja me reí mucho.
ResponderEliminar