Young Adult - Jason Reitman (2011)
ADULTOS JÓVENES, en Netflix, es una de esas cintas raras que nos invitan a visitar la mente de una persona poco común. Charlize Theron es Mavis, un escritora divorciada que vive en Minneapolis y que tras recibir un mail que le comunica el nacimiento del bebé de Buddy (su novio de la prepa), toma la decisión de volver a su pueblo natal, Mercury, porque donde hubo fuego cenizas quedan. La película es una postal en la que el entorno físico refleja el estado mental. Las franquicias como KFC, Pizza Hut y Taco Bell están sustituyendo a los negocios locales, es la expansión de la falsa idea de progreso. Ese progreso que genera vacío y aburrimiento. Ni el Macy's, ni el Mini Cooper significan mucho, son reemplazos de cosas más simples, igual que un CD fue reemplazo de los cassettes. Todo cambia pero esos cambios no implican felicidad ni satisfacción.
Mavis está insatisfecha con su vida y está dispuesta a destruir el matrimonio de Buddy (Patrick Wilson) para tener alguien a su lado. Su éxito aparente no engaña a nadie, aunque todos dicen admirar su estilo de vida.
Es el intento de recuperar a Buddy pasará tiempo con Matt (un genial Patton Oswalt), recordará viejos tiempos, conectará con él y tocará fondo. La aventura le dará material para terminar el libro que está escribiendo.
La cinta no es feliz y no es un ejercicio de terapia en que Mavis recupera la paz interior y encuentra su misión en la vida. Sandra, hermana de Matt, le dice que la admira y le hace notar lo afortunada que es de haber salido de Mercury. Saber que hay otros en peores condiciones que ella, es suficiente para que Mavis recupere el impulso. El mensaje es horrible, pero quizá te sirva. La película sirve para que Charlize Theron se luzca en modo arpía. (Ab.)
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