Hannah and Her Sisters - Woody Allen (1966)


HANNAH Y SUS HERMANAS, en Amazon, es uno de esos filmes que hicieron época. Aunque Woody Allen esté hoy cancelado, la historia no puede borrar sus obras del mapa. No sólo por los actores que hicieron su carrera con él y que ahora son leyendas, por ejemplo Michael Caine o Carrie Fisher. También porque sus elencos (Barbara Hershey, Mia Farrow, Dianne Wiest o Richard Jenkins) y sus guiones han hecho que sus obras tengan un nivel excepcional y un estilo muy reconocible. La historia es sobre tres hermanas muy competitivas que comparten todo, incluso los novios. Estas mujeres son el pretexto para revisar los pensamientos e inseguridades de varios personajes mientras se analiza todo lo que inventamos para sentirnos importantes, queridos o exitosos. Sin embargo, a pesar de esa profundidad, el eje de la cinta es divertir. Los personajes dan vuelta al mismo pensamiento varias veces sin distinguir la tontería o la mentira en que están atrapados. Mientras eso sucede, para el espectador resulta evidente el error y quizá reconozca que alguna vez ha pasado por esa complicación. Las neurosis ajenas son entretenidas y si les brindamos un poco de atención resolvemos las propias. El sello de la casa Allen.

¿Quién no ha dedicado horas a decidir entre la fidelidad o la infidelidad? Valorar si se acepta el riesgo o se deja pasar la tentación es algo que la mayoría de los adultos hemos enfrentado. Pero Allen lleva el tema al extremo, a la traición fraternal y al tabú, sin aburrir ni ponerse serio. Y el sexo es sólo la carnada porque con la misma destreza se trata el suicidio, el sentido de la vida y Dios.

Lo más interesante es observar al judío Allen pasar por la crisis experimentando otras religiones y cuestionando su vida que puede terminar mañana o en una semana. Ser Hare Krishna ya pasó de moda pero me parece una opción alegre que Allen desecha demasiado pronto.

Todos hemos buscado el sentido de la vida, aunque sabemos que ese tema ha sido motivo de la filosofía desde su origen. Ver a Allen en esa búsqueda ayuda a digerir los pensamientos propios y optar por un optimismo que permite hacer y vivir. Transmite la idea de que toda vida, por extraña o fea que nos parezca, es digna de ser vivida. Es decir, no hay un sólo camino, hay tantos caminos como personas, hay caminos que parecen ridículos, el único requisito es estar consciente.

Hoy se pretende que la población evite cuestionar su existencia. La marea empuja a aceptar que el hombre está hecho para hacer dinero, gastarlo y exhibir su vida privada en redes sociales, las recompensas extras siempre son placeres sensuales. Si quieres pensar algo más o cuestionar quién inventó la receta, la marea aparecerá para que abandones esas inquietudes. Quizá por eso el tono de Allen es tan ligero. La pregunta está allí pero te ofrece la respuesta fácil, la que opta por subirse a la ola y dejarse llevar, conscientemente, pero sin abandonar la conducta de la masa.

El genio de Allen está en hacer de esta película algo tan ágil que pueda parecer una diversión intrascendente. La belleza está en el ojo del espectador, tú decides si la analizas o si te basta con el entretenimiento. En ambos casos, el final es positivo. (Ab.)

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Comentarios

  1. Una de las primeras peliculas que vi de Allen. Tiene mucho que la vi, pero recuerdo que me gustó mucho. Para mi sus peliculas son un genero en si mismo. Gracias por traerla a la memoria.

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