Green Book - Peter Farrelly (2018)
Green Book es un filme que vi ahora que estuve en Estados Unidos y todavía no hace el brinco hacia México, o al menos no la he visto por acá. Siempre que voy a visitar a mis papás, veo una película que no se ha estrenado. Pero no se preocupen, seguro llegará porque cuando se dé a conocer la lista de nominaciones al Oscar, Green Book estará presente. Cuenta la historia del pianista virtuoso Don Shirley y su chofer / guardaespaldas Tony Vallelonga. Mahershala Ali y Viggo Mortensen interpretan los roles estelares respectivamente y ambos estarán nominados por Mejor Actor en febrero. Cada vez que Mortensen acepta un rol es porque tiene substancia y eso advierte un buen filme, muy al estilo de Frances Mcdormand, rara vez se les ve en malas películas, no son gente que vende su alma a la máquina Marvel o al imperio Disney (¿Hay alguna diferencia?). En Green Book, Mortensen ahora se convierte en Tony Vallelonga, mejor conocido como Tony Lip, un neoyorquino italiano del Bronx, con barriga de aguamielero y todo. Se gana la vida como guardia de seguridad del Copacabana, un club nocturno de la gran manzana. Cada vez que alguien se pone muy mala copa, Tony se encarga.
Mortensen demuestra su camaleónico talento una vez más. Jurarías que es un descendiente siciliano de Vito Corleone. Captura perfectamente a su personaje hasta en los gestos. Varias de sus escenas son completamente en italiano y brinca de un lenguaje a otro con la desteridad de un gimnasta olímpico. Así como a Sam Rockwell ya le debían su Oscar el año pasado, Mortensen será un caso similar este año.
Cuando el Copacabana cierra por reparaciones, Tony Lip se queda sin trabajo, pero tiene a decenas de mafiosos alineados buscando sus servicios. Sin embargo, conoce al Dr. Don Shirley (Mahershala Ali) que también lo quiere contratar. Resulta ser que Dr. Shirley es un pianista de formación clásica que ya tiene reconocimiento mundial. Fue el primer negro que estudió música en Rusia y vive en un penthouse arriba de Carnegie Hall, aislado de todos los problemas asociados raciales de los 60´s en Estados Unidos. Dr. Shirley ya ha tocado en los recintos más exclusivos del mundo y ahora se impuso el reto de hacer una gira por el Sur de los Estados Unidos, lugar donde cien años después de la Guerra Civil pensaban que la seguían luchando y los negros deberían estar segregados por ser considerados una raza inferior.
Dr. Shirley necesita las agallas y la rudeza de Tony Lip para navegar el mundo racista. Su virtud como pianista también conlleva en sí su más grande pesar. Nadie está en su nivel, nadie ve al mundo como él. Es muy mamón para los negros porque vive lujosamente en Nueva York rodeado de blancos, pero también es muy negro para su audiencia blanca. Ni siquiera puede sentarse a cenar en el mismo comedor con los blancos que minutos antes le aplaudían y lo alababan, simplemente por su color de piel. Vive atrapado siendo la pieza de un rompecabezas no apto para terrícolas y lidia con ese confinamiento ahogándose en alcohol todas las noches.
Es un filme completamente dependiente de la relación de sus dos estrellas, la química entre Ali y Mortensen hacen que sobresalga y sea un filme extraordinario. Tony Lip le muestra al Dr. Shirley una avenida para aproximarse al mundo real, no tiene que vivir en su burbuja. En cambio, Dr. Shirley le enseña a Tony que el mundo tiene más que ofrecer que ser el músculo de los mafiosos de su vecindario en el Bronx. Mantengan el ojo pelado para ver Green Book en su cartelera local, no se la pueden perder. (DC)
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