Leave the World Behind - Sam Esmail (2023)
DEJAR EL MUNDO ATRÁS, en Netflix, es una buena cinta que requiere de ciertos conocimientos (noticias del mundo o teorías conspirativas), para ser entendida. La historia es simple, una familia, formada por el matrimonio de Amanda y Clay y sus hijos Archie y Rose, sale de la ciudad a una casa rentada cerca del mar. Mientras disfruta el fin de semana suceden cosas que salen de lo cotidiano. Un barco encalla en la playa, aviones se desploman, hay un apagón, el internet y el teléfono celular dejan de funcionar, los animales se comportan de manera extraña. Aunque la idea es descubrir porque están sucediendo estas cosas, la historia no se completa al deducirlo. La idea es subrayar la desconexión familiar, identificar las fallas cotidianas de cada uno de sus miembros y enfrentar nuestras propias deficiencias. Quizá también comenzar a cambiar nuestra manera de vivir. Pero se hace evidente que las acciones cotidianas de la gente de ciudad poco o nada tienen que ver con lo realmente importante.
Ante circunstancias excepcionales, que implican una vuelta a lo básico, la gran mayoría se encuentra indefensa. Sus destrezas y conocimientos no sirven ni para moverse por el mundo, mucho menos para conseguir alimento o medicina. La naturaleza social del humano ha repartido las actividades de modo que muchos hemos perdido las capacidades mínimas para sobrevivir.
La cinta insiste en la vuelta a lo básico, al mundo real, a lo natural, pero no es optimista al respecto. El final deja muy claro que los más jóvenes han crecido sumergidos en un mundo de fantasía y que sus instintos quizá no basten para salvarles la vida.
En el fondo, la cinta acepta que Gringolandia ha hecho muchos enemigos y es tiempo de cambiar de actitud, un primer paso para corregir el camino. Aunque parezca demasiado tarde, nada está decidido. La suerte es un elemento importante y el futuro nadie lo tiene comprado. (Ab.)
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