Unbreakable - M. Night Shyamalan (2000)
El protegido es uno de mis filmes favoritos. Aunque seguramente ya lo viste, quizá no te diste cuenta de que es el símbolo del yin y el yang convertido en historia. Un hombre negro se rompe los huesos de brazos y piernas al nacer mientras que un hombre blanco jamás se ha enfermado y se convierte en el único superviviente de un accidente de tren. Uno es dueño de una galería de arte especialista en cómics, el otro es un guardia de seguridad de un estadio universitario. La relación más importante de uno es su madre, la del otro es la esposa y su hijo. Uno es el ejemplo de la superación personal, el otro es la depresión con patas. Uno se dedica a destruir y el otro a proteger. Pero sus historias están conectadas y se balancean.
Si Bruce Willis aparece casi sin pelo y con ropa fea, en colores opacos y se mueve tan pesado que parece un trabajador de limpieza. Samuel L.Jackson aparece con ropa de calidad, hecha a la medida en colores brillantes, elegante y su cabello es su corona. El bastón de cristal es el propio Mr. Glass que ansía ser capturado. El impermeable es el protector David Dunn.
Lo mejor de la cinta es que no se alarga en detalles detalles innecesarios apenas es el comienzo. El filme se dedica a presentarnos un retrato de los personajes y las acciones se dan por hecho. Lo importante para Mr. Glass es confirmar su teoría porque así confirma que su existencia no es una equivocación. Su confirmación le da sentido a la vida de David. Ambos son felices.
El punto de contraste en el yin y el yang es la conexión. No puede existir uno sin el otro. No son puramente buenos ni puramente malos. Son personas como tú y cómo yo que descubren aquello que más temían. Se hacen responsables de sus acciones y eso les brinda plenitud.
Decir que este filme es sobre un cómic que habla de cómics, es apenas la mirada superficial. Aquí no hay superhéroes. Hay humanos buscando su lugar en el mundo. A este filme se le critica porque Mr. Glass cometió actos terroristas, pero jamás hacen el recuento de los muertos que provocan las luchas de los superhéroes en el centro de la ciudad.
La cinta está llena de actos de amor: una madre alienta a su hijo a superar su enfermedad; una pareja se brinda una segunda oportunidad; un niño empuja a su padre a demostrar su capacidad; un padre escucha a su hijo y actúa en consecuencia. Si te interesa conocer la relación de esta cinta con los siete principios herméticos del Kybalion, escucha el podcast. (Ab.)
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