La ira de Dios - Sebastián Schindel (2022)
LA IRA DE DIOS es una cinta argentina de misterio disponible en Netflix. A pesar de que la idea es muy buena, la realización no es la mejor. Primero lo bueno. La cinta tiene una trama principal sobre un escritor llamado Kloster y su joven y sexy amanuense Luciana. La historia secundaria crece enredándose y explicando la relación de Esteban, un periodista, con los otros dos personajes. Una mañana en que su esposa e hija no están en casa, Kloster besa a Luciana. Ella renuncia y lo denuncia por acoso. La simple denuncia provoca que la esposa de Kloster mate a su hija y se suicide. Kloster busca venganza, estudia la Ley del Talión y concluye que no basta el ojo por ojo y el diente por diente, es necesario que el castigo cause igual sufrimiento que la afrenta. Una serie de coincidencias va matando a los integrantes de la familia de Luciana. Mientras tanto, Esteban investiga el caso de Luciana ya que el mismo se considera víctima de Kloster. La película cuestiona si Kloster está tras las muertes; si la ley de probabilidades permite una mala racha o si Luciana es una loca obsesionada. Insisto, la idea me gusta.
Ahora lo malo. La cinta es lenta, acartonada y a ratos solemne. En general, los nexos con las muertes son demasiado ligeros y obligan a pensar que todo es idea de Luciana, idea que no es congruente con el final. El escritor no luce particularmente fuerte y poderoso, todo su poder esta en la mente, pero eso no explica la muerte del salvavidas. Además el nexo con la Biblia sugiere que habrá magia o brujería, promesa que no se cumple.
Otro detalle es que la puesta en escena cae en tonterías. Por ejemplo, la secuencia de Esteban lanzando la moneda. El tipo es un idiota, necesita una hoja por volado para sacar la estadística. La cuenta puede hacerse en una sola hoja.
Quizá lo más flojo es que Kloster tenga tal deseo de venganza. El escritor explica que su mujer era frágil y capaz de cualquier locura. Estaba tan mal que se suicida sin siquiera preguntar a su esposo qué motivó la acusación. Confía ciegamente en Luciana y da por hecho que su marido es un puerco. Pero incluso aceptando que la mujer estaba loca y su reacción correspondió al estímulo. Kloster debería aceptar que el suicidio no fue causado por Luciana. Quizá el primer año el duelo sea enloquecedor, pero cinco años después, si la mente te dio para escribir un libro, deberías haber recuperado la cordura.
En fin, la cinta tiene defectos, pero es un buen intento. Aunque quizá sea mejor leer la novela de Guillermo Martínez que sirvió de base: La muerte lenta de Luciana B. De cualquier modo Ornella D'Elía es linda y Macarena Achaga está guapa. (Ab.)
Sé generoso y comparte esta reseña con esa joven que te alborota la hormona.
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