Father Figures - Lawrence Sher (2017)

¿Quién carajos es papá? es un filme totalmente intrascendente pero divertido. Perfecto para matar el tiempo en Netflix. Me dicen que es una especie de parodia de Mamma Mía (2008) pero no la vi y no entiendo las referencias. No obstante, hubo varias escenas en las que reí con ganas. La historia es que dos hermanos, en teoría gemelos, un tenso proctólogo y un afortunado cobrador de regalías, se encuentran en la boda de su madre y deciden ir en busca de su verdadero padre que se supone es Terry Bradshaw, el ex Acerero de Pittsburgh. En el viaje de la pareja dispareja los hermanos pelearán y se reencontrarán hasta topar con pared. Además descubrirán el mismo secreto de su madre en cada parada.

Las situaciones divertidas pasan desde usar la serie Law & Order, hasta cuestionar a un hombre sobre si es o no un asesino. El filme es tan ligero que me permitió divagar sobre si el conductor de un auto rentado que comete la tontería de parar en las vías del tren podría irse de allí sin pagar un centavo y con otro auto de la misma agencia. Para mí, el particular tiene responsabilidad por detenerse en un sitio inadecuado. Pero el tren también tiene responsabilidad por no parar a tiempo y la compañía por no poner vallas que adviertan sobre el cruce. También creo que el Municipio tendría cierta responsabilidad en el incidente por no exigir mayores precauciones y no adecuar el cruce para evitar accidentes. Por último, me quedé pensando en qué tarifa habría pagado el conductor para que el seguro lo dejara libre de toda culpa. Queda claro que las agencias ya no rentan autos, ahora venden seguros.

Por otra parte, capturó mi ojo la belleza de Jessica Gomes que aparece como una hawaiana hermosa, aunque nació en Australia. Katie Aselton y Ali Wong también roban cámara en los pocos momentos que tienen en pantalla, porque además de guapas son graciosas.

No sé cuánto tiempo más podrá Owen Wilson explotar el nido de pájaros que porta en la cabeza para seguir haciendo el loco despreocupado. Pero aquí el truco todavía funciona. Este tipo de películas de sabor ligero tienen la gracia de que puedes dejarlas a medias sin sentirte culpable y puedes verlas varias veces porque las olvidas a la media hora. Cine desechable que no recupera la inversión en las salas de cine, pero gana mucho por los años que pasará en televisión. (Ab.)

Si te gustó esta reseña, compártela con un fan del rubio narizón.