Romería - Carla Simón (2025)
El filme es pura terapia, se mete en una familia y la revuelve para que Marina y el espectador puedan escuchar las diferentes versiones de la vida de los padres y descubramos el relevante papel del dinero en la política familiar. ¿Quiénes somos y por qué somos como somos?
La cinta crea una atmósfera absolutamente realista y verosímil que sabe racionar la información para mantener la tensión y utiliza la belleza del mar y de Llúcia García como gancho para alimentar la curiosidad. Pero tiene dos errores graves. 1) No tiene ninguna lógica que para darte una beca necesites acreditar quién fue tu padre; y 2) la historia que se descubre, a pesar de que la joven pretende sentir orgullo, es realmente vergonzosa.
La cinta cuenta con canciones enormes como BAILARÉ SOBRE TU TUMBA de Siniestro Total con una danza excepcional y TU MIRÁ (se me clava en los ojos como una espada) de Lole y Manuel que me hizo recordar cuando Beatrix Kiddo se encuentra con Esteban Vihaio en Kill Bill 2.
Por otra parte, la cinta, quizá sin desearlo, hace muy evidente que las drogas son el modo más terrible de destruir el futuro de cualquier nación. Los ingleses aplicaron esa técnica a los chinos durante la guerra del opio, no parece raro que ahora el fentanilo sea un arma y que Trump considere a los narcotraficantes terroristas.
SPOILER ALERT: Los padres de Marina tenían todo (familia, cultura, dinero y educación) para construir una vida maravillosa pero comienzan a drogarse con heroína y destruyen sus vidas al traficar drogas y enfermarse de SIDA. ¿Quién puede sentir orgullo al descubrir que sus padres fueron unos irresponsables que murieron a causa de su propia imbecilidad? (Ab.)
Si te gustó esta reseña, compártela con tus padres y escucha UN CABALLO LLAMADO MUERTE de Miguel Ríos.








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