Utøya - Erik Poppe (2018)

Ya está en cartelera El atentado del siglo: Utøya, un filme que retrata exactamente los mismos atentados que 22 July (2018) de Paul Greengrass, pero aborda el asunto de distinta manera. Supongo que si ves uno tendrás que ver el otro para poder determinar que estilo se acerca más a tu gusto. 22 July tiene un punto de vista más general, más convencional. Te muestra parte de los preparativos de los ataques, la ejecución de los delitos y el juicio posterior. Utøya tiene un punto de vista subjetivo y te transporta a la isla para que sufras lo mismo que los jóvenes que estaban allí. La idea es que vivas el asunto en tiempo real y nunca dejes la isla. Los campistas saben que ha ocurrido otro atentado en la ciudad y están preocupados por sus familias, pero jamás esperan ser las víctimas de otro ataque. La película muestra su desconcierto y sus acciones para mantenerse a salvo. La cámara tiene la perspectiva de un personaje, pero no es un personaje, no interactúa con los otros. Corre y se esconde como uno más pero no habla, es un fantasma que acompaña el recorrido de la chica protagonista: Kaja. La película se complementa con información al inicio y al final de la misma.

La idea me parece buena y el filme está bien realizado. Sin embargo, no me convenció. Se nota la mano del guionista en todo momento, hay una presentación de personajes, un desarrollo de aventuras y una conclusión. Los incidentes clave como el del niño del impermeable amarillo, la joven herida o la canción True Colors hacen poco verosímil el asunto. Los jóvenes jamás piensan en identificar al agresor y organizarse para atacarlo. 

Creo que la película no se decide si retratar el momento de manera absolutamente realista o si pretende contar una historia que parezca real. Si bien logra atrapar el desconcierto y el terror del momento, se convierte en un filme de supervivencia. resulta irrelevante si se trata de un atentado de un representante de la extrema derecha,  de un oso o de un robot asesino.

El personaje de Kaja es demasiado bueno. Incluso cuando la situación exige ser totalmente egoísta, ella toma riesgos que innecesarios que resultan ridículos. Supongo que no hay en mi cuerpo una sola fibra de heroísmo o al menos no del tipo del que castiga a Kaja.

Para mí lo lógico sería, pasado el momento de desconcierto y miedo iniciales, identificar quién es el agresor, cuál es su estrategia y buscar en él algún punto débil. Entiendo que el agresor lleva armas de fuego, por lo tanto debe haber un momento en que se detenga a cambiar el cargador o algo semejante. 

Huir por siempre no es una opción. Claro está, eso imagino desde la comodidad de la butaca del cine. Además, yo no soy europeo, no creo que la policía va a llegar a salvarme y tengo el entrenamiento de vivir en la Ciudad de México. Vale la pena ver ambos filmes y comparar. (Ab.)