20 ans d'écart - David Moreau (2013)

Esta comedia romántica francesa retoma el tema de la mujer mayor, Alice, que se liga a un joven, Balthazar, pero lo hace con gracia y con lógica. La mujer no es una cougar, tipo Sex and the City, no siente necesidad de carne fresca. Es una mujer poderosa, con un buen empleo, divorciada, divide su tiempo entre su hija y el trabajo. Está satisfecha o eso cree. La percepción de sus compañeros es un poquito diferente, ellos creen que le falta sexo y por eso es una odiosa controladora que vive de mal humor. La relación entre la mujer y el joven es un derivado de las circunstancias, el pretexto es un USB, sazonado con la necesidad laboral de impresionar al jefe de una revista llamada REBELDE y del capricho de complacer las expectativas ajenas para ascender. Pero el más interesado es siempre Balthazar que no encuentra la fórmula para relacionarse sanamente con mujeres de su edad. La comedias románticas francesas han intentado copiar el estilo gringo y cada vez logran mejores resultados. Este filme tiene un tono que resulta familiar pero se siente fresco. Se nota el esfuerzo de hacerlas más realistas y refinar los diálogos.

Virginie Efira sabe llevar su personaje (Alice) con delicadeza, incluso cuando las escenas parecen inspiradas en la Cameron Díaz de Bad Teacher (2011) se muestra menos exagerada, un poquito insegura, a ratos no está convencida de estar haciendo lo correcto, pero lo disfruta y eso brinda calidez a su personaje.

Por su parte, el Balthazar de Pierre Niney transmite esas ganas de crecer, de mejorar, de ser un buen hombre y sacudirse la sombra de su padre. Aunque parece un detalle innecesario, la presencia Luc Apfel, padre del joven, es un personaje que nos brinda contexto. Sirve como un reflejo de Alice, es un hombre mayor que disfruta de la compañía de mujeres jóvenes. Pero también brinda profundidad a Balthazar. Es una imagen que pesa en la mente del chico, a ratos como alguien ante quién demostrar la valía aunque siempre como un mal ejemplo.

Luc Apfel, Charles Berling, es bobo y sólo se rodea de jóvenes porque tiene dinero. No es realmente famoso, pero se mueve en autos lujosos y se siente joven. Balthazar no está a su nivel y su presencia no ayuda mucho. Padre e hijo son opuestos. 

Es cierto que el final feliz es un poco breve, pero la cinta advierte que no puede durar demasiado. De cualquier manera, esta cinta convence de que nadie pierde, ambos salen ganando con su unión. Según yo, eso es una pareja. Una muestra de que el feminismo no necesita caer en el extremismo. (Ab.)

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