The Book of Henry - Colin Trevorrow (2017)

EL LIBRO DE HENRY, en Netflix, es una historia entretenida que rompe el molde. Un niño genio (Henry) se enferma y muere dejando a su hermano menor, Peter, el encargo de entregar a Susan, su mamá, un cuaderno rojo que no debe leer y que contiene, a modo de terapia ocupacional, la misión de rescatar a su vecina Christina. La película cuenta con Naomi Watts y Dean Norris como actores base, pero se sazona incluyendo a Sarah Silverman, puro relleno, y a Maddie Ziegler, la niña que bailaba en los videos de Chandelier, Cheap Thrills y Elastic Heart de Sia (mira los videos, son arte). Sin embargo, Jaeden Martell es la pieza más importante aunque se mantiene inexpresivo. Es difícil contar más sin revelar las vueltas de tuerca de la trama. Pero debo decir que la tarea que impone Henry a Susan para superar el duelo es la mejor, simplemente porque funciona. Con ese trabajo además de superar el dolor, se aprende mucho y se crece a grandes pasos. 

Quizá te parezca extraño que haya padres que se comporten como hijos e hijos que adoptan el papel de padres, pero si pones atención veras que hay muchos así. Por otra parte, la necesidad de salvar a alguien, parece natural en Henry que se deja dominar por las hormonas propias de la edad, pero no es tan simple para su mamá.

No quiero arruinar el viaje, sé que es una cinta maniquea, pero me parece importante que se hable sobre la apatía. Si aquellos a quienes tachamos de malos logran tanto es porque los que nos creemos buenos no hacemos nada para detenerlos. El silencio es cómplice. 

Desmond Tutu (premio Nobel de la Paz en 1984) lo dice mejor: Si eres neutral en situaciones de injusticia significa que has elegido el lado opresor. Así que de nada sirve andar diciendo que los buenos somos más si somos incapaces de intervenir. Volviendo a la película, logra mucha tensión y el final no decepciona. (Ab.)

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