Possession - Andrzej Zulawski (1981)


Cortesía del Halloween, algunos "Top Ten" de cintas de terror incluyeron a la extraordinaria y alucinante Possession.
 Por suerte, es fácil encontrarla gratis y con subtítulos. El mundo conoce a Sam (Jurassic) Neill y
 debería conocer e Isabelle (Diabólica / Reina Margot) Adjani. Pero no estoy seguro de que todo el mundo haya visto esta pesadilla matrimonial hablada en inglés, filmada en las cercanías del Muro de Berlín, por un director polaco. En el filme, hoy políticamente incorrecto, Anna es el origen de todos los males. Quizá porque ese infierno me parece familiar, no sentí miedo. La película se parece a filmes como Atracción Fatal (1987) y La Guerra de los Roses (1989). Encarna el estereotipo de las relaciones de pareja en el cine francés. Es un romance lleno de vino, café, gritos, portazos, sangre, sudor y lágrimas. Esa versión del amor es una tragedia que necesita del sufrimiento.

Possession es sobre Anna, una mujer que se desconecta de los roles de esposa y madre para buscar su esencia, pero pierde la razón. Sin embargo, reducir a eso la película, no hace justicia a esta obra barroca que juega con los detalles y se extiende hacia las oscuras profundidades de lo irracional (sexual, psicológico, mitológico y religioso).


La parte objetiva cuenta que Mark trabaja como espía y se ausenta por largos periodos en los que Anna, maestra de ballet, se encarga a regañadientes de su hijo Bob. Para no sentirse sola, Anna acude a su amiga Margit y a su amante Henrich. Mark concluye su misión y vuelve a casa antes de tiempo, pero Anna no lo quiere de vuelta y le pide el divorcio. Él hace y soporta todas las locuras de Anna para no perderla. Pero ni Mark ni Anna se preocupan por Bob que se traga todo el conflicto de sus padres. 

Es posible pensar que Anna, insatisfecha y aburrida, sin saber qué quiere y ni quién es, experimenta estar sola en busca de sentido. El sexo con Henrich quizá sea para calmarse, pero la insatisfacción le provoca una especie de aborto que representa el dolor y el vacío. 

En la parte subjetiva de la cinta, Anna recibe placer gracias a la atención sexual de un ser en proceso de materialización que mezcla lo espiritual (coito con el aire en el metro) con lo monstruoso (cópula con el bicho en el nuevo departamento). La creatura que aparece y se transforma puede ser imaginaria, como representación del estado mental de Anna, o real, si crees que en el mundo hay seres (demonios) que desafían nuestras explicaciones lógicas. 

Anna intenta cortarse el cuello porque no soporta su vida tradicional representada por el ordenado Mark que hace de testigo. Refugiarse en Heinrich es la respuesta animal. La vida carece de sentido y Anna la llena con sexo para sentirse viva. Mark también es parcialmente irracional. Mientras busca entender lo qué sucede, contrata al detective privado, pero no cambia las cerraduras, se va contagiando de la locura y la violencia para satisfacer a su esposa. 

En la mitología griega, Zeus se convirtió en Cisne para tener sexo con Leda, esposa de Tindáreo. Ella puso dos huevos. De un huevo nacieron los hijos divinos de Zeus, Helena entre ellos; y del otro, los hijos mortales del esposo. En el filme, Anna tiene una doble de carácter opuesto llamada Helen. Ella es todo lo bueno, la hija de un Dios. Por el contrario, Anna, nacida del otro huevo, es todo lo malo, lo humano. Tal vez por eso Anna habla mucho de las hermanas Fe y Suerte y dice: No puedo existir por mí misma porque tengo miedo de mí porque soy la creadora de mi maldad.

En la tradición católica, Ana es el nombre de la madre de la virgen María y ese nombre lleva la protagonista. Anna es lo opuesto a la Virgen María. La virgen es fecundada por el Espíritu Santo (uno de los tres avatares de Dios), y su hijo termina en la cruz. En contraste, Anna tiene un aborto y sus relaciones sexuales fecundan al bicho para crear un nuevo Adán o quizá al anticristo. Sin embargo, su hijo también muere. Mark, el esposo de Anna, lleva el nombre de uno de los evangelistas, su función es atestiguar el proceso.

La cinta es muy compleja y permite otras interpretaciones. Anna y Helena podrían ser Berlín Oriental y Berlín Occidental. Uno intentando tener control sobre su población y obligándola a actos desesperados, mientras el otro mira por encima del muro. No sé si la cinta es de terror. Sólo tengo cierto que merece ser vista. (Ab.)

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