Parthenope - Paolo Sorrentino (2024)

He dejado pasar un par de días después de ver esta cinta porque me parece muy complicado valorarla. Por una parte no puedo ocultar que considero obras maestras a La Grande Bellezza (2013) y a Youth (2015). This Must Be the Place (2011) me gusta mucho pero creo que no está al nivel de las otras. Así que soy, lo confieso, fan del director. La fotografía es estupenda como siempre, nadie podría negar eso, la influencia de Fellini sigue siendo importante y el homenaje a Maradona no podía faltar. Pero Nápoles no es Roma. El mar impresiona pero no alcanza para llenar 2 horas y cuarto. De Capri vemos muy poco y la belleza de Celeste Dalla Porta no es abrumadora. Es decir, la mujer tiene cuerpazo, pero su mirada triste no me emociona. Por otra parte, si no sabes quién es Parthenope, la cinta pierde mucho encanto. Así que la cámara intenta entretenerse en un festejo religioso (la licuefacción de sangre de San Genaro), un ritual mafioso y una celebración de los hinchas del Nápoles. Y todas esas escenas serían maravillosas si no tuvieran el sesgo de tristeza.

La historia es sobre la mala suerte de la chica guapa que tuvo todo lo bueno cuando niña y joven pero cuya edad adulta, que debería o podría ser muy satisfactoria, le resulta decepcionante porque su inteligencia le espantó a los novios, nunca se casó y nunca tuvo hijos. 

Insisto, la fotografía es alucinante, la música bellamente escogida, los toques de humor son pocos pero inteligentes, Gary Oldman es el perfecto gringo turista ebrio y triste a pesar de estar en el paraíso. Silvio Orlando es el profesor perfecto. Peppe Lanzetta es un monstruo maravillosamente grotesco. Pero Celeste se mantiene siempre tibia, no me convence como esa belleza que hipnotiza cualquiera que la mire. 

Parthenope no sirve como actriz o la convencen de que no sirve y se convierte en una profesora admirada en Trieste, en el norte, lejos de su mar, pero igual que la sirena, a pesar de su belleza e inteligencia, no consiguió que un hombre se quedara a su lado y vive ahogada en la nostalgia. Es obvio que Sorrentino respetó el espíritu del mito, pero pensar que una vida sin esposo e hijos no es una vida plena, me parece inaceptable. 

Un final feliz hubiera traicionado al personaje, pero la mayoría de las audiencias disfrutan los finales felices o terriblemente trágicos, un poco de felicidad en Trieste para no saltar 30 años en una escena, hubiera sido más aceptable. Su retiro de la Universidad pudo haber sido más feliz, más grandioso, al menos como una boda discreta. 

Tristísimo que esta bella cinta quiera dejarnos con ese bajón. La cinta está bien y mantiene cierto realismo, pero si en vez del bebé gigante le hubieran puesto magia al regreso a casa o hubiera ocurrido algo que le quitara todo, el cierre hubiera sido contundente. Claro que ella es antropóloga y aprendió a ver la vida y descubre lo efímero de la felicidad escandalosa en el grupo de hinchas, pero ese final no conmueve como el final de Juventud o el de La Gran Belleza. De cualquier modo, ver una cinta de Sorrentino es una gran experiencia. Odie la historia del hermano, así que mis expectativas me traicionaron pero la cinta es redonda. (Ab.)

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