The Village - M. Night Shyamalan (2004)
LA ALDEA es una gran cinta. No sólo porque engaña por completo al espectador y lo sorprende. También porque exhibe con simpleza los métodos de control social y lo hace de modo tan sutil que puedes terminar la película sin siquiera saber que trata sobre nuestra realidad. Si lo miras bien, el proceso de control se replica a distintos niveles. Comienza en la familia, pero crece a tu comunidad, a tu país y quizá a nuestro planeta. Es un proceso natural. Los padres pretenden proteger a los hijos y en otros niveles sirve para domesticar a la ciudadanía. En la cinta resulta muy obvio que el miedo se siembra en la mente y se convierte en algo que impide ciertas conductas. Lo puedes conectar con la religión o con el Estado. La idea base es que existen los otros, los que vienen de fuera, los malos, los salvajes, los inmigrantes, los aliens y quieren tomar lo tuyo, amenazan tu subsistencia y tu felicidad. Con eso basta para asegurar la cooperación voluntaria de la mayoría con el sistema.
La cinta muestra una pequeña comunidad aislada, sin armas de fuego, gobernada por una junta de mayores. Allí viven vidas simples cultivando vegetales, cuidando sus rebaños, haciendo su ropa. No se menciona ninguna fecha, pero la época parece cercana a 1900.
Alrededor del pueblo hay un denso bosque y en ese bosque habitan unos monstruos que atacan a cualquiera que entre. Además, en ocasiones, si media provocación, atacan al pueblo por la noche. Salir de la comunidad no está permitido. Pero la idea de que existen ciudades más avanzadas atrae a los jóvenes.
La gente evita el color rojo, incluso los vegetales rojos son peligrosos porque atraen a los monstruos. Utilizan el amarillo como protección. En una boda se explica que los mayores solían vivir en las ciudades pero los otros causaron la muerte de sus familiares y por eso fundaron esta aldea.
Un triángulo amoroso provoca un ataque. La vida de un joven importante está en juego y su prometida pide permiso para salir de la aldea en busca de medicinas. La chica es ciega, su viaje parece imposible incluso para el más capaz de los hombres.
La cinta juega incluso con la política, la democracia, la sucesión. La secuencia final es calladamente explosiva. Todos optan por continuar la mentira, se ponen de pie en silencio y podemos contar los votos. Carro completo por conservar la mentira. Una maldita joya.
Evidentemente hay defectos en la construcción, hay momentos demasiado convenientes y una ausencia de rabia antinatural. Sólo el personaje de Adrien Brody es capaz de la sospecha, sólo él viola las reglas. Pero incluso así, este lindo cuento de la Caperucita y el Lobo Feroz desnuda el sistema. Además el elenco de lujo vale la pena. William Hurt, Sigourney Weaver, Bryce Dallas Howard, Joaquin Phoenix, Brendan Gleeson, Jesse Eisenberg, etc. (Ab.)
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