WALL-E - Andrew Stanton (2008)
Este maravilloso film que seguramente todos conocen, pero yo no había podido ver, cuenta con una animación excelente, una fotografía magnífica y una historia inteligente.
El robot tiene sentimientos y en apariencia son esos sentimientos lo que lo transforman en un ente inteligente. La duda se genera entonces. Quizá la inteligencia y los sentimientos son dos caras de una misma moneda.
Pero el film va un poquito más allá y nos muestra que la estupidez humana, como señaló Albert Einstein, no tiene límite.
La película es en todo momento divertida y cálida, pese al ausencia de diálogos, y hasta cierto punto optimista mientras hace una crítica velada a nuestro modo de vida. Pero ustedes saben todo esto y si no lo saben, tiene que verla. Indispensable. (Ab.)
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