The Conjuring: The Devil Made Me Do It - Michael Chaves (2021)
EL CONJURO 3, EL DIABLO ME HIZO HACERLO sigue extrayendo agua del pozo y saca mucho lodo. Ahora la cinta se transforma en un asunto de juzgado, porque todas las acciones sólo sirven para preguntar si la posesión diabólica o demoniaca puede ser causa de inimputabilidad en el sistema penal americano. La respuesta es: parcialmente. Si el dólar habla de Dios, no hay razón para que el Estado dude de la existencia del diablo. Pero la cinta no se entretiene en eso. Dedica sus fuerzas a que los Warren descubran qué hay detrás de ciertas muertes y quién está invocando al demonio. La cinta sabe mover los hilos de la historia para engatusar y asustar, pero su mejor carta es ser divertida. Por ejemplo, la escena del colchón de agua dura lo suficiente para que intentes imaginar cómo terminará. Por un momento pensé que estaba viendo una porno. Otros momentos bobos son los frutilupis que no hacen nada pero se le antojan al demonio o la sierra que tiran del árbol porque no hay medidas de seguridad...