Más dura será la caída en Netflix es una cinta que debería ser divertida y es un ladrillazo que aburre durante más de dos horas. Escuchar que participan Idris Elba y Regina King llama la atención, pero es un gancho vacío. Es una cinta de vaqueros como si fuera un video musical de raperos. Todos son negros, guapos y bellos, todos tienen ropa perfecta, ni una mancha, jamás han trabajado y jamás se esfuerzan. Aunque la lógica indica que deberían formar equipo, contra los blancos racistas, no es así. Aparece un pueblo de blancos y es todo blanco. El banco es blanco. Entonces ellos son el color, la vida y la diversión. Los blancos son racistas, pero los protagonistas no son ningún ejemplo, se dividen en ladrones y ladrones de ladrones. El pueblo es una escenografía, los decorados son ultra estilizados, hay peleas en las que lo más importante es la paleta de colores de las telas que nunca nadie ha usado en toda la cinta, y la guapa principal, Mary Fields, le roba el look a Slash. La música