Mano de obra es un filme salvaje. Aunque por momentos coquetea con lo cursi, lo hace para engañar, juega con el espectador como con un pez, le da línea y luego rebobina el carrete. Permite que la mente escoja un futuro posible, a veces lo cumple puntualmente; en otras, sorprende. La historia es la de un albañil cuyo hermano muere en la obra y, gracias al duelo, pasa de ser un simple trabajador a un hombre de "negocios". Lo primero que pintan es algo cotidiano. Recuerdo estar en el trabajo y que un constructor tuviera que irse de emergencia por haber recibido la noticia de que uno de sus trabajadores había caído seis pisos. En el caso que recuerdo, milagrosamente cayó ileso. En la cinta, aunque la altura es menor, el caído muere. La cinta no explica qué sucede, no se culpa a nadie, fue un accidente. Sin embargo, es fácil deducir que alguien paga a los peritos por decir que el trabajador estaba ebrio y que esa fue la causa de la caída. En consecuencia, el patrón se niega a dar