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El libro de la vida es una buena película de animación. Este film es una mezcla muy loca de las tradiciones de Día de Muertos con todo tipo de estereotipos, parece que el guión fue escrito por un gringo nacido en México que vive en España y un Azteca pacheco que ha vivido en Los Angeles toda su vida.  Una vez que logras desprenderte de lo que sabes sobre México, San Ángel y las tradiciones, el licuado que se presenta sabe bien y te lo bebes con gusto.  La fotografía y la animación son excelentes, así que por colorido no quedan a deber. Por otra parte, para los fanáticos de Radio Head hay una sorpresa maravillosa.  Tiene chistes para todos los públicos y la historia está muy entretenida. Creo que, salvo que seas un purista de los mitos, vas a pasar un buen rato y si tienes niños ellos también lo pasarán bien. Insisto en que se trata de un licuado, pero el licuado es muy muy entretenido y a ratos hasta conmovedor. Vayan a verla. (Ab.)

El Juez es un film aceptable pero con un gran defecto. Me explico. La película se llama el juez porque el personaje principal de la historia debe ser el juez.  En consecuencia, el personaje central debió ser el juez interpretado maravillosamente por Robert Duvall. Pero no fue así, la película que ves debe llamarse "el hijo del juez", pues todo gira en torno a Robert Downey Jr. y todo parece haberse torcido para que te olvides que existe otra cosa en pantalla.  El hijo del juez es el centro de todo y todos los personajes parecen ser idiotas viviendo a su sombra.  Creo que Mister Junior no ha podido dejar atrás su personaje de Iron Man y pretende que todas sus interpretaciones beban de él. Sólo Duvall y Vera Farmiga   le roban cámara.  Vincet D'Onofrio y Billy Bob parecen haber decidido cobrar el cheque y hacer sus partes relativamente discretas. Ya quiero ver de nuevo a Billy Bob haciendo buenas películas. Si van a verla, háganse a la idea que van a tener

De tal padre, tal hijo es un film del que había oído muchas cosas buenas y que la verdad no me gustó. Como en cualquier telenovela mexicana, el drama comienza con el intercambio  a manos de una enfermera resentida,  de dos recién nacidos de familias de distinto nivel social.  Los padres se dan cuenta seis años más tarde y todo gira alrededor de si quieren y pueden  nuevamente intercambiar a los niños o no. Quizá porque no tengo hijos, pero el supuesto drama no logro conmoverme.  Cierto es que tiene momentos divertidos y que nos muestra a dos tipos de familias japonesas y sus modos de vida, pero no me pareció la gran película que me habían prometido.  Es un cliché muy mexicano pensar que los pobres son mejores padres y más felices que los ricos.  Interesante. (Ab.)

Esta película aporta más como documento de la situación por la que atraviesa México desde hace unos años que como entretenimiento o diversión. Muestra con ironía y crudeza la relación entre Televisa y el gobierno, pero se centra en atacar el rol de la Televisora y absorbe a los gobernantes como daño colateral.  Es un film para mexicanos, en otro país estoy seguro no tiene mercado, pues todo el contexto, todas las referencias y todos los chistes se basan en los que ha sucedido en los últimos años en México.  Además las secuencias son demasiado largas, demasiado explicadas, como si la película fuera hecha pensando que fuera entendida por el más tonto de los mexicanos, cuando al más tonto de los mexicanos quizá no le interese entender.  Es cierto que su aportación como denuncia tiene valor, pero para mi lo más divertido fue el casting.   Usar a Sergio Mayer como un clon de Peña Nieto es un gran acierto.  Contratar a Silvia Navarro como estrella televisiva de una noticia

Perdida es el título de esta muy buena y muy entretenida película de suspenso que estoy seguro se convertirá en un referente. No por la cara de idiota de Mr. Affleck, que siempre parece demasiado engreído, sino por el guión bien armado, el tema delicado y el gran final.   Inicia de manera extraña y te mantiene en enganchado con la versión del marido gandalla, pero lo mejor está por venir. Todo va creciendo y mientras más sabes, más te involucras, más te preguntas y revisas tus relaciones de pareja.  ¿Qué ofrecemos y qué queremos de la pareja? No todo es obvio. Te hacen dudar. Por otra parte resulta muy interesante la relación del caso con los medios de comunicación gringos. El modo en el que un delito se convierte en una cuestión de opinión, casi de votos y de mercadotecnia. Todos quieren un pedazo del botín.  Todos sacan provecho. Siempre hay uno más cabrón que el más cabrón. Un buen retrato de la bonita y dulce realidad en que vivimos.  Por otra parte, Emily, Miss

Esta nueva versión de Drácula es una cosa muy buena que vale la pena ver. No sólo reinventa el método para convertirse en Vampiro, sino que se aleja por completo de  la historia de amor y de las cartas.  La inclusión de los Turcos y el tributo solicitado es un gran acierto.  Si bien tiene sus cositas como toda película de acción y entretenimiento, el desarrollo de la película es siempre interesante, además de que cuenta con muy buen ritmo y buena fotografía.  El actor principal y la esposa guapa  me parecen bien elegidos pues no son los clásicos gringos bonitos. Quizá lo único realmente chafa es el mocoso que sale de hijito.  Muy entretenida y con muchos detalles que la ponen por encima del clásico churro vampiresco. Bien vale el boleto. Vayan a verla. (Ab.)

El Justiciero es una película de acción bien hecha pero muy chafa. Denzel es muy divertido incluso cuando hace churros tan malos como este, que satisface todos los parámetros  de la gringada, pero que a fin de cuentas cumple con entretener.  No les voy a arruinar la sorpresa que implica descifrar hasta donde se estira esta liga, pero yo creo que se rompió y siguieron jalando.  Lo mejor son los primero treinta minutos en los que se establece que Denzel es un casi monje buena onda muy sólo pero panzón.  El cliché del cliché es utilizado a tope, este hombre no usa una pistola en toda la película. Denzel parece ser el único pretexto para ver este monstruo. Viejo pero Carismático. Ya saben que van a ver, no pueden quejarse. (Ab.)